14 de febrero: día de los Enamorados o Día de San Valentín

 

 



Cada 14 de febrero en muchos países del mundo se celebra el Día de San Valentín, también conocido como el Día de los Enamorados o Día del Amor y la Amistad. Es estas fechas las parejas  y amistades acostumbran a regalar detalles o cartas para expresar su amor y cariño.

​En Venezuela, los novios, esposos o amigos se obsequian bombones de chocolate, flores u otro detalle que demuestre su amor. Las parejas también planifican salidas o encuentros románticos en cines, restaurantes, parques, centros comerciales, entre otros. 

Sin embargo, otras naciones que sumaron esta celebración a su calendario suelen tener costumbres y fechas distintas de esta festividad.

Origen

Aunque existen registros que señalan que el primer día de San Valentín se celebró el 14 de febrero del año 494, son varias las teorías del inicio de esta celebración. Una de las primeras fiestas que supuso la expansión del cristianismo en toda la Eurafrasia romana. 

Durante la antigüedad, en Roma se celebraba una festividad pagana dedicada a la fertilidad, llamada Lupercalia. En estas fiestas, las mujeres esperaban ser golpeadas con látigos hechos de piel de cabras y perros, debido a que creían que este ritual les otorgaba fertilidad. 


Siglos más tarde, en el año 496, la iglesia católica, ya como religión oficial de Roma, y con el papa Gelasio I como su líder, buscó la eliminación de las celebraciones lupercales. Sin embargo, para que la población no estuviera en desacuerdo, escogió la vida noble de San Valentín para representar el amor, por lo que se instauró el 14 de febrero como día de esta celebración.
Poco a poco las lupercales desaparecieron y el Día de San Valentín fue asimilándose al día de la fertilidad.

¿Quién fue San Valentín?

El origen de la historia del personaje de Valentín se sitúa en la Roma del siglo III, cuando gobernaba el emperador Claudio II el Gótico, quien promulgó una ley que prohibía que los jóvenes pudieran casarse para que se alistaran en el ejército.

Un joven sacerdote llamado Valentín no estuvo de acuerdo con dicha ley y decidió desafiar la prohibición del emperador al celebrar matrimonios en secreto entre jóvenes enamorados. También logró que muchos se convirtieran al cristianismo.

El emperador, al enterarse de los votos matrimoniales que realizaba el sacerdote, mandó a capturarlo y pidió que lo llevaran frente a él para que se excusara. Tenía la intención de reprenderlo y expulsarlo del país. Sin embargo, por influencia de otros altos funcionarios, mandó a decapitar a Valentín.

​Los días que el sacerdote estuvo esperando en prisión para su ejecución, el oficial encargado de su custodia le retó a devolverle la vista a su hija Julia que había nacido ciega. 

Según relata la página de historia de National Geographic, el joven sacerdote aceptó el reto y en nombre de Dios devolvió la vista a la joven, con lo que logró que el oficial y toda su familia se convirtieran al cristianismo. A pesar del milagro, Valentín siguió preso y el 14 de febrero del año 269 fue lapidado y decapitado. 

La leyenda cuenta que Valentín, enamorado de Julia, envió una nota de despedida a la joven en la que firmaba: “De tu Valentín”, de ahí la expresión anglosajona con la que se firman las cartas de amor: “From your Valentine”. 

Julia agradecida por el acto de Valentín, plantó un almendro que dio hermosas flores rosadas junto a la tumba de su amado. De ahí el simbolismo de este árbol para expresar el amor y la amistad.

San Valentín fue enterrado a las afueras de Roma, en la vía Flaminia, conocida más tarde como Puerta de San Valentín. Su tumba se convirtió en lugar de peregrinaje durante la Edad Media.



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